Para reconectar y reconciliarte con tu cuerpo: escuchándolo, desbloqueándolo, nutriéndolo,
fortaleciéndolo y dándole mucho amor.
Aumentar la capacidad de quietud, presencia y serenidad, bajando así el ruido
y el protagonismo de tu mente.
Reducir el estrés, el miedo, la ansiedad o cualquiera de sus manifestaciones,
y sanar heridas.
Darte espacios para escucharte y sentirte.
Aumentar la confianza natural en ti y en la vida, y empoderarte para vivir la vida que anhelas.
Aumentar la habilidad de realizar conexiones profundas y auténticas contigo, y con quienes te rodean.
Reconocer el regalo que es la vida, sentir el gozo de vivirla y la capacidad de dar y recibir amor.
Aprender a nutrirte para sentir más energía y vitalidad, disfrutando de la comida.
Sentir un equilibrio hormonal.