FASCIA Y YOGA
¿Qué es la fascia?
La fascia es un sistema fibroso que conecta, separa y recubre todo el cuerpo, de manera similar a las membranas que separan y conectan los gajos de una naranja. La fascia permite que todas las células del cuerpo se muevan cómo una sola a la vez que se adapta a los cambios rápidamente respondiendo a las necesidades del cuerpo. La red fascial puede ser superficial, localizándose justo debajo de la piel, o profunda, penetrando en músculos, huesos, órganos, nervios y sangre.
La fascia forma parte del tejido conectivo. El tejido conectivo tiene como función principal mantener la estructura corporal y puede tomar diferentes formas según su estructura: huesos, sangre, cartílago, tendones, ligamentos y otros. Las demás formas de tejido conectivo que no tienen un nombre específico se conocen cómo fascia.
Componentes de la fascia
La fascia está formada por:
Células llamadas fibroblastos, que se encargan de producir las fibras y la sustancia fundamental
Fibras de colágeno, elastina y reticulina. El colágeno es poco elástico y tiene una función estructural mientras que elastina, cómo su nombre indica, es elástica y proporciona movilidad.
Sustancia fundamental: es un gel mayoritariamente acuoso (70%) que llena el espacio entre tejidos, permitiendo que se deslicen correctamente.
¿Cómo trabajar la fascia?
Dos de las propiedades más interesantes de la fascia es son su plasticidad y tixotropía. La plasticidad de la fascia le permite adaptarse a las necesidades del cuerpo. Su tixotropía le permite responde al movimiento de manera positiva: al movernos, rompemos los enlaces de hidrógeno entre las fibras de colágeno y favorecemos la hidratación de la fascia. Esta es la razón por la cual después de períodos de inactividad, cómo al despertar, nos cuesta más movernos pero a lo largo del día vamos recuperando movilidad.
Gracias a estas propiedades, la fascia es un tejido que se puede trabajar y entrenar. El yoga nos ofrece muchas herramientas para trabajar la fascia:
Movimientos lentos y conscientes dentro de una secuencia de vinyasa consciente
Compresión al llevar el peso de nuestro cuerpo encima de los músculos
Liberación miofascial (LMF)
Estiramientos pasivos mantenidos durante largo tiempo que relajan el músculo entero (yin yoga) trabajando sobre las terminaciones de Ruffini
Contracciones excéntricas dónde el músculo se alarga y contrae a la vez
Activación de los músculos a la vez que estiramos usando la facilitación propioceptiva neuromuscular
Saltos y transiciones que favorecen cambios de presión y vibración trabajando sobre las terminaciones Pacini
Liberación miofascial
Al igual que los músculos, la fascia puede estar tensa, acumlarse desordenadamente en forma de tejido cicatricial, restringir el movimiento de todo el cuerpo y causar dolor. La liberación miofascial es una de las herramientas que podemos combinar con la práctica de yoga para liberar tensión de la fascia.
Beneficios de la liberación miofascial
Los estudios más recientes afirman que la liberación miofascial es una técnica efectiva. Los beneficios observados incluyen:
No afecta al rendimiento deportivo. Se puede realizar tanto antes como después de un entrenamiento.
Promueve la hidratación de la fascia permitiendo que los tejidos se deslicen mejor entre ellos y a los músculos trabajen con su máximo potencial
Aumenta el rango de movilidad a corto plazo, reduce el dolor y tiempo de recuperación
La evidencia científica apunta a que la LMF podría activar el sistema nervioso parasimpático y mejorar la función arterial a corto plazo
A largo plazo (6-24 meses) podría aumentar la flexibilidad
La fascia está repleta de sensores nerviosos. Así, la liberación miofascial favorece la conexión de vías neuronales de los sensores al cerebro, promoviendo la propiocepción y coordinación
Los beneficios mencionados están basados en una revisión sistemática para un revista científica.